La diligencia es uno de los mejores westerns de la Historia del Cine y
por ende una de las mejores películas de Ford. Los nueve personajes que
viajan en el carromato tirado por seis caballos nos van desvelando poco a
poco, plano a plano, sus diferentes vidas y sus distintas motivaciones
para llegar a buen puerto tras cruzar territorio comanche.
-El sheriff, a pesar de su inicial presentación como un hombre inflexible con sus responsabilidades, suaviza el caracter a medida que el film avanza.
-El sheriff, a pesar de su inicial presentación como un hombre inflexible con sus responsabilidades, suaviza el caracter a medida que el film avanza.
-Thomas Mitchell, nuestro doctor borrachín, se llevó un merecido Oscar amen de parecerme el mejor actor del reparto. Será el encargado de dotar al film de sentido del humor y de humanizar el sinsentido de la diferencia de clases.
-Claire Trevor, la prostituta, encarna a los desfavorecidos del mundo burgués que tanto gustaba a Ford plasmar en sus obras. Al final, todo esa hipocresía inicial se va diluyendo como un azucarillo.
-El jugador de cartas es uno de los principales inquilinos de la diligencia. Caballeroso, peligroso, atractivo, inteligente y soñador. Uno de los personajes más ricos del films y más atormentados. Siempre piensas que él y Kid van a liarse a tiros en cualquier instante y Ford templa de manera magistral la tensión que se supone puede existir entre ambos.
-El banquero realiza una actuación notable. Cuando se enfada o cuando se disculpa asume su rol de mezquino con una sobriedad asombrosa. Parece el tipo adecuado para ese papel.
-Louise Platt interpreta a la mujer de buenas costumbres, antagonista de Claire Trevor y deliciosamente protegida por nuestro jugador de cartas. La relación entre las dos mujeres también tensa el ambiente. Memorable la escena del vaso de agua.
-John Wayne está inconmensurable. Su primera aparición en la película se ha convertido por derecho en un icono del mundo del cine. Y además el desenfoque no queda nada mal. Su actitud hacia el sheriff durante todo el film es un acierto cuando se le supone una rebeldía y unas ansias de venganza que nublarían la vista a más de uno.
-El pasante de whiskey, así como el conductor del carromato son elegidos por Ford para dar vida a la gente corriente y buena que abunda en toda su filmografía. Gente común con vidas nada peligrosas y con pequeños sueños y metas que a menudo los malosos no les dejan llevar a buen puerto.
Además Ford nos regala bonitas panorámicas, primeros planos dónde todos y cada uno de los actores responden a la perfección, y encuadres en el interior de la diligencia que son de chapeau.
La secuencia de la carga india es un prodigio de técnica para aquellos tiempos. Merece una mención aparte la inestimable aportación de los especialistas en esa secuencia. Se juegan el tipo saltando de caballo a caballo. Es una de las escenas más recordadas por los profesionales del sector. Impresionante.
TÍTULO ORIGINAL | Stagecoach |
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AÑO | 1939 |
DIRECTOR | John Ford |
GUIÓN | Dudley Nichols (Historia: Ernest Haycox) |
MÚSICA | Varios (canciones populares americanas siglo XIX) |
FOTOGRAFÍA | Bert Glennon (B&W) |
REPARTO | John Wayne, Claire Trevor, Thomas Mitchell, Andy Devine, George Bancroft, Donald Meek, Louise Platt, John Carradine, Berton Churchill |
PRODUCTORA | United Artists |
PREMIOS | 1939: 2 Oscars: Mejor Actor de Reparto (Thomas Mitchell), bso (adaptada). 7 nominaciones |
GÉNERO | Western |
SINOPSIS | Personajes muy variopintos emprenden un largo, duro y peligroso viaje en diligencia. Entre ellos, un fuera de la ley en busca de venganza, una prostituta a la que han echado del pueblo, un jugador, un médico, la mujer embarazada de un militar, un sheriff. Las relaciones entre ellos serán difíciles y tensas. Además, durante el viaje, tendrán que afrontar el ataque de una partida de indios apaches. |
---------------------------------------- Aunque parezca extraño, en 1939 el género del western estaba bastante infravalorado y declarado "pasado de moda". Gracias a esta película, el maestro Ford consiguió resucitarlo y ponerlo de nuevo en las más altas cotas de la calidad artística y la aceptación popular. Así, en "Stagecoach" no sólo comienza un épico viaje de un grupo de personas por el Monument Valley. También la más gloriosa etapa de un género que, recién reinventado, avanzará al galope por el valle del séptimo arte bajo las riendas del mejor director que jamás ha existido y de un tal John Wayne... ambos directos a la leyenda. (Pablo Kurt: ---------------------------------------- "La esencia más pura del Far West late en esta obra (...) da carta de naturaleza al mito icónico de John Wayne, cuyo personaje se mueve entre un inolvidable plantel de secundarios" |
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